Resumen
Partamos de las siguientes preguntas: ¿ En un contexto particular, como el de un conflicto casi secular y de una guerra no declarada – el caso de Colombia –, es vigente la noción de « activismo cultural » ? ¿ Es adecuado el concepto de « intervención cultural » cuando la sociedad entera está inmersa en una trama de violencia que la afecta en todas sus dimensiones ? No se trata, por supuesto, de descartar las nociones de « activismo cultural » y de « intervención cultural », sino más bien de ver cómo cobran sentido en un ámbito en el cual el espacio público es objeto de enfrentamientos, ya que se trata de transformar al espectador en ciudadano, llamando al desarrollo del debate y a la capacidad de juicio de cada cual. Desde los años cuarenta, el arte colombiano se ha caracterizado por mostrar una voluntad de denunciar las atrocidades de una violencia endémica y por experimentar formas capaces de proponer otras modalidades de ocupar el espacio público. Así, hoy algunos sectores le apuestan a la reapropiación de los medios de comunicación y a su puesta al servicio de la comunidad, con el ánimo de educar a los sectores juveniles. Valiéndose del caso argentino y de los ejemplos que suministra, este artículo intentará así retratar la actividad cultural del sector artístico colombiano, que nunca ha bajado la guardia ante una situación que parece insuperable.
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Derechos de autor 2021 Marie ESTRIPEAUT-BOURJAC